Besos de café

.
Abro los ojos y la noche es
tan solo espasmos y fantasmas
insípidos recuerdos
banales utopías.

El sol asoma su brillo en la rendija
envenenando la oscuridad displicente
y viajando a mis pies sin escalas.

El rumor matutino desata
sus aullidos callejeros
sus auguradas onomatopeyas
puntuales como la muerte.

Besos de café me despabilan
los pocos sueños
que aun cuelgan de mis ojos.

Buen día, saludo a la nada.
Buen día, contesta el espejo
y esboza una sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario