1984


Seis de la tarde

grita el dictador
en la pared

el humo del café
inventa una silueta
que se pierde
a un par de pasos

la niebla se traga
la nitidez
de las formas
que rodean la ventana

en la calle
alguien llora
o sonríe o grita
o muere
en circunstancias dudosas

alguien pinta
un gran bigote
en el cartel con la cara
del político de turno

en lo alto
el mismo
sonriente rostro
cumple su función
de gran hermano

a fin de cuentas
la delgada frontera
que separa
la realidad
y la ficción

no es
tan delgada
ni tan frontera.
Big Brother is watching you
.

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