muerte de un poema por insomnio

algunas noches
no espero la luna 
acariciando las calles
acariciándome las sienes

las constelaciones
los trenes pasar
la monotonía del mundo

hay ocasiones
en que la memoria me funciona
como rompecabezas incompleto

las hojas volando el gris del pavimento
los besos robados las verdades amargas
las desidias de plaza las muertes cotidianas
todo se transforma en jirones de mi vida

el tiempo se hace un espacio vacío
digamos un ojal o una hendija 

algunas noches me pierdo 
en la sombra que me lame los pies 
como cachorro fiel

en ocasiones amanece/ y la ciudad 
con sus rumores de martillo
con su murmullo adormecido 
me encuentra recogiendo las migajas
de un insomnio que era nuestro

ahora sólo mío

y el amor se torna un lugar
tan gris
que las palabras sobran

2 comentarios:

  1. rumor de martillo, una genialidad

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  2. Las palabras sobran Maxi o no me alcanzan, o no encuentro las indicadas...no sé, este poema me llegó, así.. intenso.
    Ya no le doy más vueltas a lo innombrable momentáneo.
    Un placer.
    Beso

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