pasos


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mas allá del cristal de la ventana
que devuelve en cuotas
el reflejo de mi rostro
se oyen los pasos
como se oyera la fina lluvia
galopando sobre las plantas
en las tardes del otoño.

el sol juega a ser equilibrista
sobre el furtivo horizonte
y del paisaje brotan ligeras
las primeras sombras.

si pudieran mirarse
a si mismos
un segundo desde
una ventana
oxidada y sucia
tampoco sabrían donde
se dirigen
con sus pasos apremiantes
y sus ojos en la nada.

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